En
este lunes de la XXV semana del tiempo ordinario, ciclo C, la Liturgia nos regala
un hermoso texto evangélico, del que resalto esta frase:
Jesús
nos tiene cada día la respuesta que necesitamos ante las situaciones que se nos
van presentando. Estamos viviendo una época en que pareciera que prevalecen las
tinieblas, la oscuridad, el mal…
Es
ahí donde estamos llamados a dejarnos iluminar por la Luz del Espíritu para que
brille la luz primero en nuestra propia vida y luego iluminemos la vida de los
demás hermanos que el Señor pone en nuestro camino.
Se
trata de no esconder los dones y talentos que Dios nos ha regalado desde que
nos dio la vida, desde que nos dio Su luz en el Bautismo.
¿Cómo
ser luz? Escuchando al otro, sonriéndole, dándole una palabra de aliento y
esperanza, visitando al enfermo o al privado de libertad, acompañando a quien
está solo, poniendo los talentos y cualidades al servicio de los demás y de la
misión, valorando al otro, acogiendo al desamparado, luchando contra la
injusticia, consolando al triste, reconociendo los propios talentos y
capacidades, siendo agradecidos… en fin, teniendo relaciones nuevas según el
Corazón del Padre, como nos enseña Jesús de Nazaret.
En
nuestro país, Venezuela, estamos llamados a SER Luz… ¡
Ánimo!